La música es un lenguaje universal que permite compartir sensaciones y emociones con personas de cualquier lugar del mundo. La música ofrece beneficios a nivel emocional. Despierta sentimientos de felicidad, emoción, empatía…La música activa la parte emocional del cerebro y puede producir diferentes emociones que contribuyan a lograr un mejor bienestar emocional. Sin embargo, la música también puede afectar de manera negativa a quien la escucha si no se protege de manera adecuada. Hoy, a unos días de que se celebre el Día Europeo de la Música, hablamos de cómo disfrutar de la música protegiendo los oídos.

Disfrutar de la Música protegiendo los oídos

El 21 de junio se celebra el Día Europeo de la Música. Se trata de una celebración que se instauró en el año 1982 cuando un grupo de músicos franceses salieron a la calle a tocar canciones para todas aquellas personas que se paraban a escucharles. Desde entonces, cada año son más las actividades musicales que tienen lugar en espacios públicos para disfrute de la población en esta fecha.

Escuchar música no tiene por qué afectar a la salud auditiva. El verdadero peligro de la música tiene que ver con el volumen al que se escucha. Y es que un exceso de decibelios, independientemente de qué o quién los produzca, puede afectar a los oídos.

La sociedad actual está expuesta a altos niveles de decibelios en el día a día. Los ruidos que genera la actividad humana afectan a la salud auditiva. El ruido del tráfico, el del metro, el que producen determinadas industrias, máquinas y herramientas, afectan a la audición. Pero no sólo los ruidos desagradables afectan al oído. Sonidos agradables como los de los instrumentos musicales también pueden provocar problemas auditivos.

Los oídos se resienten si se exponen a demasiados decibelios. Los oídos no están “diseñados” para sonidos superiores a 80 decibelios. Este se considera el límite a partir del cual las células ciliadas que se encuentran en el oído interno, comienzan a sufrir. Si los decibelios se elevan y, si la exposición a los mismos se alarga en el tiempo, la degeneración de las células se acelera. Como estas células no se regeneran, su muerte significa la pérdida auditiva sin remisión.

Proteger los Oídos

La mejor manera de proteger los oídos del exceso de volumen es evitándolo. Es preciso evitar escuchar música a través de los auriculares sobrepasando los 80 decibelios. Hoy en día la mayoría de los dispositivos avisan cuando el volumen es elevado y puede suponer un peligro para la audición. Sin embargo son los usuarios los que, de manera voluntaria, deciden no hacer caso a la advertencia y suben el volumen para oír mejor. Muchos jóvenes, que utilizan de manera habitual auriculares para escuchar música, lo hacen por encima del volumen recomendado.

Otra agresión para los oídos relacionado con la música tiene que ver con los conciertos. No sólo los grandes conciertos sino los que se organizan en las fiestas de verano, pueden emitir demasiados decibelios a través de los altavoces.  Hay que evitar ponerse cerca de los mismos y, siempre que sea posible, utilizar tapones para el ruido que, aunque permiten escuchar la música, reducen los decibelios que llegan al interior del oído.

Los propios músicos profesionales sufren problemas de audición (pérdida auditiva, tinnitus…) después de años expuestos a los decibelios de conciertos y ensayos…

Disfruta del Día de la Música y de la música durante todo el año pero protege tus oídos para poder seguir haciéndolo mucho tiempo.