Podemos definir el ruido como un sonido desagradable y molesto. En nuestros días la principal fuente de ruido es el tráfico. Por detrás se encuentran los ruidos producidos por actividades industriales y los lugares de ocio (bares, terrazas, discotecas…).

Vivir expuestos al ruido puede provocar en las personas efectos perjudiciales sobre su salud auditiva, física y mental. Si el ruido al que nos exponemos es elevado podemos desarrollar fatiga auditiva. Se trata de una reducción de la capacidad auditiva que, por regla general, remite pasado un tiempo. No obstante, si los episodios de fatiga se repiten, la pérdida auditiva puede hacerse permanente. La fatiga auditiva puede aparecer acompañada por acúfenos (pitidos o ruidos en los oídos).

El ruido tiene un efecto acumulativo. Eso significa que una exposición diaria a un ruido no muy elevado, pero constante, también puede provocar daños sobre la salud. La exposición continuada al ruido puede provocar alteración del ritmo cardíaco, de la respiración y afectar al sistema nervioso.

Trabajo Ruidoso

La principal recomendación para cuidar y proteger la salud auditiva es evitar el exceso de ruido. Pero ¿y si el ruido se produce en el lugar de trabajo?

Algunos puestos de trabajo, por sus características, pueden someter al trabajador, de manera habitual a ruidos peligrosos para su audición y su salud en general. Podríamos hablar de trabajos de carpintero, conductor de ambulancia, leñador, músico, controlador de tráfico aéreo, basurero, obrero o jardinero.

El ruido produce en el trabajador cansancio, irritabilidad y puede provocar alteraciones del sueño que contribuyen a una disminución del rendimiento y a un descenso de la calidad del mismo. El cansancio es una de las causas de los accidentes laborales.

Disconfort Auditivo

Lugares aparentemente inofensivos para la salud auditiva son, en muchas ocasiones, sitios en los que los trabajadores se encuentran expuestos, durante horas, a ruidos que afectan a su audición y a su salud en general.

El ruido puede provenir de la propia oficina (ruido de teléfonos, impresoras u otras máquinas, conversaciones…) o estar motivados por locales con muy mala acústica. También puede proceder de edificios colindantes o de la calle (tráfico, obras). El ruido puede provocar en los trabajadores disconfort auditivo.

El disconfort auditivo no suele conllevar una pérdida de audición, pero sí genera una sensación molesta para los trabajadores les afecta en su jornada laboral. Dolores de cabeza, falta de concentración e irritabilidad pueden ser algunos de los síntomas.

El disconfort auditivo es uno de los riesgos laborales asociados con trabajos como el telemarketing.