Quedan pocos días para que termine 2018 y comience un nuevo año. Para celebrar este momento son muchas las personas que deciden acudir a las Fiestas de Nochevieja para bailar, escuchar música y pasarlo bien hasta que el cuerpo aguante.

Para empezar el año manteniendo una correcta salud auditiva, es importante recordar que la exposición a ruidos elevados puede afectar a nuestros oídos. Un volumen excesivo puede provocar fatiga auditiva.

Uno de los primeros síntomas de la fatiga auditiva es la pérdida de audición. Se suele tratar de algo temporal, recuperándose la audición normal entre las 2 y las 16 horas después de la exposición.

Cuando la música supera los 85 decibelios, los oídos se resienten. Y el problema se va agravando conforme la exposición se va dilatando en el tiempo. El ruido de una discoteca, sumado a otros estímulos sonoros a los que podemos estar expuestos a lo largo del día, como el ruido del tráfico o de industrias o locales comerciales, puede desencadenar la fatiga auditiva.

Si los síntomas de la fatiga auditiva no cesan, ésta se puede transformar en un trauma acústico.

Discotecas y Acúfenos

En ocasiones, después de asistir a un concierto o pasar varias horas en una discoteca, aparecen acúfenos. Los acúfenos, también conocidos como tinnitus, suponen la percepción de ruidos constantes en los oídos. Las personas que padecen acúfenos se refieren a los mismos como martilleos, golpeteos, tintineos…Los acúfenos son ruidos constantes y repetitivos que no responden a  causas externas.

Normalmente, tras un tiempo, y tal y como llegan, los acúfenos desaparecen. Sin embargo, en el peor de los casos, permanecen para siempre. Los acúfenos, además de afectar a la audición, suponen una merma en la calidad de vida de quien los padece. Hoy por hoy, no existe un tratamiento que elimine los acúfenos aunque sí hay técnicas que ayudan a convivir con ellos.

Cuidado con los petardos

El uso de petardos también es un clásico en las fiestas de Nochevieja. El ruido que provocan estos artefactos es de tipo impulsivo. Se trata de un ruido intenso y de muy corta duración, similar al que provoca un disparo.

Este tipo de ruido puede afectar a la salud auditiva ya que el oído no está diseñado para poder protegerse del mismo. El daño que provoca en las células ciliadas deja lesiones irreversibles y puede suponer, entre otros problemas, la pérdida de audición instantánea.

Cuida tus oídos en Fin de Año para entrar con buena salud auditiva en 2019. Desde Audiocentro seguiremos ayudándote a conseguirlo. ¡Feliz Año Nuevo!