Dentro de unos días despediremos el año 2019 y daremos la bienvenida al 2020. En nuestro país es tradicional celebrar el fin de año tomando doce uvas al ritmo de las doce campanadas que marcan la media noche y el paso al nuevo día. En muchas plazas la fiesta se acompaña de música, fuegos artificiales y petardos.

Para evitar entrar en el año nuevo con problemas de audición es importante proteger los oídos del ruido de los petardos. Se trata de un ruido del tipo impulsivo caracterizado por ser muy elevado y muy rápido.

De hecho, se produce de manera tan rápida que no da tiempo a que los oídos puedan protegerse. Aunque los oídos no tienen un mecanismo de cierre y siempre están abiertos al exterior, sí pueden protegerse de manera natural de los ruidos más intensos preparando al oído interno para minimizar el impacto de las ondas que se transmiten por el aire.

Sin embargo, el ruido que produce un petardo puede alcanzar los 160 decibelios que puede afectar al oído provocando un trauma acústico o la aparición de acúfenos.

Este ruido afecta en mayor medida a los niños y a las personas mayores. Otro colectivo que se ve afectado por el ruido impulsivo es el de las personas autistas.

Lo ideal, para evitar posibles complicaciones auditivas, es evitar el uso de pirotecnia o los lugares en los que suelen utilizarse estos artefactos. Si no es posible, cubrirse los oídos con las manos puede ayudar a minimizar el impacto del ruido en las células ciliadas.

Discotecas, Música y Oídos

Otros lugares en los que dar la bienvenida al nuevo año son las discotecas o bares. La música, sin duda, marca el ritmo hasta altas horas de la madrugada. Sin embargo, a menudo el volumen es excesivo, especialmente en discotecas o lugares grandes o con mala acústica.

Es aconsejable evitar permanecer cerca de la fuente de sonido. Acercarse demasiado a los altavoces puede provocar, después de varias horas, una fatiga auditiva que conlleva problemas para oír los sonidos. Además, es habitual que los episodios de tinnitus comiencen tras la exposición excesiva a una fuente de sonido que emita un ruido elevado.

Aunque, en la mayoría de los casos, el pitido que se experimenta en los oídos tras una noche de discoteca o un concierto, suele desaparecer, en algunas personas ese pitido se vuelve crónico.

En definitiva, ¡disfruta de la Nochevieja! Pero no te olvides de proteger tus oídos para entrar con buena salud auditiva en 2020.