Hace unas semanas hablamos en este mismo blog de salud auditiva, de la sordera súbita. En ese artículo explicábamos que la sordera súbita es la pérdida rápida e inexplicable de la audición. Suele manifestarse en un solo oído y normalmente los síntomas desaparecen, tal y como aparecen, unos días después.

Los mecanismos que desencadenan esta emergencia médica, tal y como está considerada, aún se desconocen. No obstante, los médicos piensan que tiene que ver con complicaciones en el riego sanguíneo del oído interno. Por ello, todos los factores que favorecen un aumento de la densidad o una mayor disposición a la coagulación de la sangre podrían provocar una sordera súbita. En este sentido,  un individuo con altos índices de colesterol, arterioesclerosis o  hipertensión arterial podría estar más predispuesto a sufrir algún episodio de  sordera súbita.

 

Llevar una vida saludable ayuda también a los oídos

Una sordera súbita se puede prevenir, en parte, llevando una vida saludable.

Está comprobado que existe una relación entre la sordera súbita y el estrés. Por eso, las personas que ya han padecido una sordera súbita pueden prevenir una recaída aprendiendo a  combatir mejor las situaciones conflictivas. Técnicas de relajación como el yoga o la meditación pueden ser de gran ayuda para reducir el estrés.

Evitar una exposición directa al ruido también es importante para prevenir lesiones internas que puedan empeorar la salud auditiva del individuo o complicar el diagnóstico de sordera súbita.

 

Alimentación equilibrada

Las personas con sangre espesa y con problemas de coagulación tienen un mayor riesgo de desarrollar sordera súbita. A través de la alimentación se puede luchar contra este problema. Es recomendable acudir a un médico para que sea el profesional quien supervise la dieta adecuada.

No obstante,  no está de más indicar que la alimentación equilibrada y rica en fibra, fruta y verduras y baja en grasas es la mejor manera de conseguir un mayor bienestar físico y psíquico.  Una dieta equilibrada ayuda a reducir los niveles de albúmina y, de esta manera, se puede prevenir la sordera súbita. La albúmina es una proteína que se encuentra en la sangre y que es decisiva para la correcta distribución de la sangre por las venas.

También la actividad física habitual es beneficiosa ya que contribuye a controlar los niveles de colesterol. Por otra parte, la nicotina puede ser otro factor de riesgo para la sordera súbita porque daña los vasos sanguíneos. En este caso se recomienda dejar de fumar.