Hace unos días hemos conocido los resultados de una investigación llevada a cabo por el Centro Vasco sobre Cognición, Cerebro y Lenguaje (BCBL) que demuestran que existe una relación entre la capacidad auditiva de los niños y su habilidad para aprender a leer. Se trata de un descubrimiento importante ya que va a permitir abrir una nueva vía para detectar, de manera precoz, el riesgo de dislexia en niños.

La dislexia es un trastorno cognitivo, de origen neurológico, que se caracteriza por la dificultad para el reconocimiento de las palabras, problemas de descodificación y de escritura y una limitación de la comprensión lectora.

En la actualidad, para diagnosticar de manera certera dislexia a un niño, es necesario que éste cumpla 9 años.

Este estudio sugiere que, a través de la medición de las capacidades de audición de los niños de muy corta edad, se podría determinar mucho antes quiénes va a estar expuestos a tener problemas con la lectura y, por tanto, más predispuestos a desarrollar dislexia.

Según la responsable del estudio e investigadora del BCBL, Paula Ríos-López, aquellos niños que no procesan de manera óptima las ondas de frecuencia baja -los tonos, acentos y entonaciones del lenguaje- tienen mayores dificultades para decodificar correctamente los fonemas y palabras, lo que se relaciona con la capacidad lectora y sus posibles trastornos.

Mediante la detección precoz de la capacidad auditiva, se podrían desarrollar, antes de los 9 años, diversos entrenamientos basados en la prosodia –acento, tonos y entonación– y los ritmos del lenguaje, así como programas para paliar las dificultades lectoras.

Diagnóstico precoz y desarrollo del lenguaje

El diagnóstico precoz de la hipoacusia es fundamental para poder actuar cuanto antes y buscar una solución. La utilización de audífonos o los implantes cocleares se hacen imprescindibles en muchos casos para que el niño pueda oír.

Poder oír es condición sine qua non para desarrollar el lenguaje. Éste se adquiere mediante la repetición de los sonidos que emiten las personas que tiene a su alrededor. Por este motivo, para conseguir una correcta articulación de los fonemas es fundamental una audición correcta.

Un acceso tardío o incompleto al lenguaje oral influye y retrasa el desarrollo del pensamiento lógico y racional, retrasa el desarrollo de la memoria, y dificulta el aprendizaje de la lectura influyendo sobre el rendimiento académico del niño.

Hoy en día, al menos en nuestro país, la detección precoz de los problemas de audición se lleva a cabo a través de una prueba que se realiza en el hospital cuando el bebé tiene entre 12 y 24 horas de vida. Se trata de la llamada Potenciales Evocados Auditivos del Tronco Cerebral Automatizados (PEATC-A).

Los padres deben permanecer atentos al desarrollo de la audición del niño y consultar al especialista cuando noten cualquier síntoma de dificultad para oír o entender por parte del pequeño.