En unos días llegaran a millones de hogares españoles los Reyes Magos. Se trata de un día especial que los niños esperan con ilusión los juegos y juguetes que han pedido en sus cartas.

Sin embargo, los padres tienen que hacer un trabajo importante los días previos. Es fundamental que valoren el volumen de los juguetes. Algunos de ellos emiten sonidos a un volumen muy elevado, especialmente para el oído de los pequeños de la casa.

Los especialistas médicos coinciden en que niveles por encima de 80 dB puede ser perjudiciales para el oído de los niños. Tenemos que recordar que la pérdida de audición es acumulativa. Esto significa que la exposición continuada durante un período de tiempo, a una fuente de ruido elevada, puede desembocar en una pérdida de los niveles de audición. Y, como no nos cansamos de decir en este blog, cuando la audición se pierde, no se puede recuperar. Por eso es mejor prevenir.

Los padres deben ser los encargados de comprobar el volumen de los juguetes. Si éste les resulta elevado a ellos, lo será aún más a sus hijos.

También hay que tener en cuenta que algunos juguetes, como los teléfonos para niños, estarán más cerca del oído que otros.

Los juguetes más ruidosos

La Asociación Americana de la Vista y la Audición, Sight and Hearing, realiza un estudio sobre la intensidad de los juguetes ruidosos que se lanzan al mercado en estas fechas. La lista de los 20 juguetes de este año incluye 17 que superar los 85 dB, que es el nivel máximo permitido por la legislación americana. De esta lista, tres juguetes emiten un sonido tan intenso que puede ocasionar una lesión auditiva tras 15 minutos de exposición y otros cinco más pueden originar problemas de audición tras 30 minutos de juego.

Algunos de los juguetes de la lista son Beat Bugs Molded Sing Along Karaoke, Disney Elena de Avalor: cetro mágico de luz y sonido, Disney Pixar Cars: Talking Cruz Ramírez o Patrulla Canina; cachorros al rescate. La lista completa se puede consultar en la página web de la asociación Oír es Clave.

Consejos para los Reyes Magos

Evitar la fuente de ruido es, en todo caso, lo mejor que se puede hacer para evitar problemas. Por eso es importante comprobar la intensidad del sonido que emite el juego. En ocasiones aparece en la descripción del propio juego y en otras, se puede medir con un sonómetro (hay aplicaciones que se pueden descargar en el teléfono móvil).

El volumen no debería superar los 85 decibelios. Si el sonido es muy fuerte, se puede utilizar cinta adhesiva en los altavoces para reducir la intensidad.
Enseñar a los niños a huir del volumen elevado es una buena práctica que deberá acompañarles toda la vida ya que es la mejor manera de conservar la salud auditiva.