Mantener una buena audición durante mucho tiempo no tiene por qué ser difícil si se siguen las recomendaciones de los profesionales de la audición.

Lo más importante es huir del ruido. Está demostrado que los oídos no pueden protegerse ante los ruidos fuertes y repentinos. Los llamados ruidos impulsivos, provocados por armas de fuego o petardos, pueden provocar problemas de audición e incluso pérdida auditiva, en tan solo unos segundos.

Ruidos de menor intensidad pero que se prolonguen en el tiempo también pueden provocar problemas auditivos. De hecho, tal y como apuntan todos los estudios, cada vez son más las personas (especialmente los jóvenes) con pérdida auditiva precoz como consecuencia de una exposición excesiva al volumen de sus auriculares.

Otros ruidos, como los que proceden de los secadores de pelo, los motores o las cafeteras de los bares, también pueden provocar pérdida auditiva en las personas expuestas a ellos de manera prolongada en el tiempo.

Otros Factores de Riesgo

Aunque el ruido es uno de los principales factores que afectan a la salud auditiva, hay otros que también hay que tener en cuenta. Uno de ellos es el tabaco.

Según un estudio publicado hace un par de años en la revista médica JAMA, el 70% de las personas que fuman de manera habitual tiene pérdida auditiva. El estudio que publicaba la revista señalaba que también las personas, no fumadoras, que se encuentran cerca de la persona que fuma, ven afectada su audición.

Otros factores de riesgo para desarrollar pérdida auditiva son la hipertensión, la obesidad y la diabetes. Los hábitos de vida sedentarios y la falta de actividad física, contribuyen de manera decisiva al desarrollo de las enfermedades citadas anteriormente y que pueden afectar a la salud auditiva.

También está demostrado que los medicamentos ototóxicos afectan a la audición. La aspirina, el ibuprofeno o los diuréticos son algunos de los que más consume la población.

Alimentos que afectan a la Audición

Recientemente se ha publicado un estudio en la revista Nutrients que concluye que los alimentos con alto contenido en azúcar, la cerveza y otro tipo de bebidas alcohólicas se asocian con la pérdida auditiva. El mantenimiento de una dieta sana y equilibrada puede evitar complicaciones de salud que aceleren en envejecimiento y los problemas que se derivan del mismo.

De hecho, una revisión científica llevada a cabo por la Universidad San Pablo (CEU) de Madrid, destaca que tanto el inicio como el posterior desarrollo de algunas pérdidas auditivas están estrechamente relacionados con la falta de nutrientes en el organismo de la persona o con un incorrecto metabolismo de los mismos.

El mismo estudio se centra en las interacciones de ácido fólico y vitamina B-12 para prevenir la pérdida auditiva así como el papel preventivo de los ácidos grasos omega-3.