La semana pasada más de un centenar de organizaciones se manifestaron en contra de la ampliación del aeropuerto de Barajas (Madrid). Los planes de ampliación tienen como objetivo incrementar el volumen de tráfico aéreo y dar cabida a que puedan pasar por este aeropuerto 80 millones de viajeros al año. 10 millones más que en la actualidad.

Los colectivos que se han manifestado esgrimen argumentos de distinta consideración centrados en los efectos que produce la contaminación que genera este tipo de transporte. Además de los gases de efecto invernadero que producen los aviones y que expulsan a la atmósfera (incompatibles a todas luces con los compromisos europeos de reducir las emisiones en un 55% en 2030) el ruido que generan los motores de los aviones también afecta a la salud de las personas.

Salud Auditiva y Decibelios

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el ruido en una zona residencial no supere los 55 decibelios. Sin embargo, en los barrios más cercanos al aeropuerto, en los que sobrevuelan aviones cada pocos minutos, el ruido supera este nivel y además es continuo. Recordemos que un avión genera unos 120 decibelios durante el vuelo.

Cuando hablamos de un ruido no deseado por la población y que afecta a su salud, nos referimos a la contaminación acústica. Diferentes estudios demuestran que la contaminación acústica incide en el sistema cardiovascular provocando problemas de corazón e hipertensión. También tiene efectos en la salud mental, generando en las personas ansiedad, estrés, dolores de cabeza…Además, los altos niveles de ruido hacen que aumenten los conflictos sociales.

El ruido afecta a la salud auditiva pudiendo provocar pérdida de audición. Un exceso de decibelios provoca la muerte de las células ciliadas que son las que, en definitiva, hacen posible la audición. La exposición a un ruido intenso puede provocar, por sí solo, la pérdida auditiva, pero también puede provocarlo una exposición habitual al ruido, aunque no sea tan intenso.

Efectos del Ruido Nocturno

Especialmente preocupante es el ruido que se produce por la noche. El cuerpo humano contempla el ruido como una agresión y se pone en alerta ante lo que pueda suceder. Por este motivo, la persona no descansa adecuadamente. La falta de sueño afecta al estado de ánimo, incide en la concentración y en el rendimiento escolar y laboral. Un estudio publicado en la “European Heart Journal” ha analizado los datos de mortalidad relacionados con la exposición a ruidos nocturnos en las inmediaciones del aeropuerto de Zúrich entre los años 2000 y 2015.

Estos datos ponen de manifiesto que el riesgo de muerte cardiovascular aumenta un 33% para niveles de ruido nocturno entre los 40 y los 50 decibelios y un 44% para niveles superiores a 55 decibelios.

El ruido de los aviones contribuyó a unas 800 de las 25.000 muertes que ocurrieron en las inmediaciones de este aeropuerto durante los años estudiados.

En definitiva, la lucha de los colectivos contra la ampliación del aeropuerto y contra el ruido, es una reivindicación por la salud en general y por la salud auditiva en particular.

Y mientras luchan por conseguir el objetivo, las personas afectadas por el ruido pueden utilizar tapones a medida contra el ruido. Estos tapones, que son muy cómodos, se adaptan perfectamente al conducto auditivo de cada persona, consiguiendo reducir el volumen de decibelios que acceden al oído.

De esta manera se logra un mejor descanso y la concentración necesaria para desarrollar actividades en las que se necesita cierta tranquilidad como estudiar o disfrutar de la lectura.