El ruido en las aulas afecta al rendimiento escolar de los alumnos, especialmente a los que tienen problemas de audición. Está demostrado que los niños que asisten a colegios en los que hay mucho ruido, aprenden a leer más tarde y presentan mayor agresividad, fatiga y agitación.

El Centro Superior de Investigaciones Científicas se muestra convencido de que la contaminación acústica de nuestros días va a provocar un deterioro del aprendizaje en las generaciones futuras.

Con el fin ayudar a colegios de nuestro país a mejorar las condiciones acústicas en las aulas, AG Bell Internacional (entidad que trabaja para mejorar la calidad de vida de las personas con sordera e hipoacusia) ha elaborado el documento “Accesibilidad auditiva en los centros escolares”.

Según pone de manifiesto AG Bell Internacional, a día de hoy no existe en España una conciencia real sobre la importancia de la accesibilidad acústica en el aula. Un estudio llevado a cabo por la Universidad Autónoma de Barcelona en el que se analizó la situación acústica de 300 colegios, desveló que la mayoría suspendía en su nivel de ruido. A pesar de ello, en el 60% de los colegios no se habían puesto en práctica medidas para solucionarlo o mitigarlo.

Problemas del Ruido en las Aulas

Los alumnos pueden estar sometidos a ruidos internos (los que se producen en el interior de las aulas) y ruidos externos (los que proceden del exterior). La suma de ambos impactos afecta a una buena comprensión de las explicaciones del profesor. Pero, además de afectar a la comprensión, el ruido incide en la memoria, la atención y las destrezas académicas en general.

Y no sólo los alumnos, los profesores también se ven afectados por el exceso de ruido. Su rendimiento laboral puede verse afectado, especialmente si es necesario realizar un esfuerzo vocal. En un entorno con ruido, que contribuye a la desmotivación y falta de atención del alumno, el profesor debe repetir conceptos, mandar callar de manera continua y elevar el nivel de voz. Todo ello contribuye a generar fatiga en el profesor que, en muchos casos desemboca en desmotivación del profesor o lo que se conoce como “síndrome del quemado”.

Por otra parte, la elevación del tono de voz puede, a la larga, provocar disfonías y afonías. Otra consecuencia derivada del sobreuso del aparato fonador es la aparición de la ronquera.

Son muchos los profesores que, ante este panorama, sufren estrés, ansiedad e irritabilidad.

Un estudio realizado en las guarderías de Noruega concluía que la actividad que se desarrolla en aulas con niños pequeños puede afectar a la salud auditiva de los profesores pudiendo éste desarrollar pitidos en los oídos y, en el peor de los casos, pérdida de audición.

Mejorar la Accesibilidad Auditiva

El documento elaborado recoge varias medidas que se considera imprescindibles para mejorar la accesibilidad acústica del centro educativo. Son las siguientes:

  • Mitigar las fuentes de ruido: reducir el nivel de ruido generado en su origen.
  • Aislamiento acústico: atenuar el ruido procedente del exterior y reducir la emisión de ruido generado en el interior del aula.
  • Acondicionamiento acústico: adecuar la absorción acústica del aula para evitar la reverberación.
  • Productos de apoyo: adoptar soluciones acústicas que mejoran la comunicación entre el profesor y el alumno y entre los propios alumnos.
  • Personal: designar un responsable de accesibilidad acústica que vele por su mantenimiento.

El documento completo puede consultarse en la web de AG Bell Internacional y en el siguiente enlace: Documento Accesibilidad Auditiva en Centros Educativos.