La mayoría de las personas que necesitan la ayuda de un dispositivo para poder oir correctamente los sonidos que les rodean, no saben qué es un audífono. Precisamente éste es el motivo por el que se muestran reacios en un primer momento a aceptar que necesitan uno y, por supuesto, a llevarlo.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen en el mundo cerca de 360 millones de personas con problemas auditivos, un 5% de la población mundial. Sin embargo, se estima que la gran mayoría no aplica soluciones ni busca ayuda profesional. Muchos se escudan en mitos, excusas y creencias erróneas para retrasar la adaptación de audífonos.

Nuestro trabajo diario con personas que sufren problemas auditivos, a los que realizamos tests de audición y a los que prescribimos el uso de audífonos, nos ha permitido elaborar un listado de los principales motivos por los que se muestran reacios al uso de audífonos.

Los hemos resumido en seis y en este artículo hablaremos de los tres primeros.

  • El precio: “Son muy caros”
  • La tecnología tiene fallos: “Producen pitidos molestos”
  • La incidencia en la estética: “Hacen parecer mayor”
  • La duración: “Tienen poca autonomía”
  • El coste y la molestia de las revisiones: “Requieren mucho mantenimiento”
  • La inseguridad: “Es complicado acostumbrarse a llevarlos”

Pero antes de nada, dejemos clara una cosa; ¿qué es un audífono?

Un audífono es un dispositivo electrónico que facilita la audición de las personas con pérdida auditiva. Consta de un micrófono, un amplificador y un receptor. El micrófono capta el sonido ambiente y lo convierte en señales eléctricas. El amplificador, como su nombre indica, es el encargado de amplificar de manera selectiva esas señales eléctricas. Por su parte, el receptor convierte de nuevo las señales eléctricas en sonidos y los hace llegar al oído.

Los audífonos mejoran y recuperan la comunicación perdida con el exterior y permiten conectar a la persona con problemas auditivos, con la vida. La tecnología digital ofrece cada vez más ventajas gracias al desarrollo de dispositivos cada vez más pequeños, funcionales y asequibles.

Principales problemas de los audífonos: precio, tecnología y estética

Precio: El precio medio de los audífonos ha disminuido sensiblemente en los últimos 5 años y continúa ajustándose. Hoy por hoy, la mayoría de los modelos de las gamas básica y media oscila entre los 900 € y los 1.200 €.  Además, hay varias maneras de abaratar su coste:

  • Existen diversas ayudas y subvenciones oficiales, que pueden llegar a cubrir hasta un tercio de su importe (excluyendo reparaciones) dependiendo de cada Comunidad.
  • La financiación a medida y sin intereses es una tónica en el mercado. La mayoría de los centros auditivos permiten pagar en cómodos plazos, a menudo sin coste adicional.
  • Es habitual encontrar importantes descuentos en adaptaciones binaurales (para los dos oídos).

En definitiva, el precio de los audífonos es inferior a lo que se cree; más aún en relación con el gran valor que supone recuperar la audición.

Tecnología: Los nuevos audífonos digitales de gama media-alta disponen de sistemas canceladores de feedback, que anulan por completo la aparición de pitidos. No obstante, en aquellos modelos que no incorporan esta tecnología, la aparición de pitidos se relaciona con situaciones muy concretas, bastante sencillas de evitar. Son las siguientes;

  • La acumulación de cera en el conducto auditivo puede evitar que el sonido viaje hacia el interior del oído, y se ve forzado a salir produciendo pitidos agudos. Para evitar esta molestia, se ha de acudir a un especialista para retirar el cerumen.
  • Subir demasiado el volumen del dispositivo también suele generar un molesto pitido. Se puede evitar bajando el volumen o llevando a examinar los audífonos para descartar cualquier avería.
  • Llevar un gorro que cubra el audífono puede ser la causa de sonidos silbantes. Con bajar un poco el volumen o quitarse el gorro, es suficiente para evitarlo.
  • Un molde auricular ajustado de forma incorrecta puede producir los sonidos silbantes. Se debe acudir al audioprotesista para modificar el molde u obtener uno nuevo.

Estética: A veces le damos más importancia a nuestro aspecto físico que a nuestra salud. En este caso, a poder escuchar mejor lo que sucede a nuestro alrededor y conectar con quienes nos rodean.

Tenemos que tener en cuenta que:

  • Existen audífonos prácticamente invisibles. Los grandes fabricantes tienen muy en cuenta reducir el impacto visual y estético de sus audífonos, creando dispositivos cada vez más pequeños y eficaces.
  • Los problemas de audición no están exclusivamente ligados a la avanzada edad. Cada vez se adaptan más soluciones cubriendo las necesidades de audición de todos los grupos de edad. De hecho, estos problemas han crecido entre los menores y ya se registran 17 casos por cada 1.000 niños y jóvenes menores de 18 años.

En un siguiente artículo analizaremos otros aspectos que, de manera errónea, le llevan a la persona con dificultades de audición, a mostrarse reacia a la hora de aceptar llevar un audífono.

¿Qué te han parecido estos tres primeros? ¿Tienes algún comentario que hacernos al respecto? Estaremos encantados de que los compartas con nosotros aportando un nuevo punto de vista.

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