Al pensar en piscinas, es inevitable asociarlas con el verano, el calor, las vacaciones…

A estas alturas del año, la mayoría de las piscinas, particulares, de urbanizaciones o municipales, han echado el cierre hasta el próximo mes de junio.

Sin embargo son muchas las personas que continúan yendo a las piscinas, eso sí climatizadas, durante el resto del año. Para los niños es una más de las actividades extraescolares que realizan una vez que salen de las aulas. Algunos, los más pequeños, para aprender a nadar o perder el “miedo al agua”. Otros para perfeccionar la técnica y, en algunos casos, entrenar y competir en esta disciplina.

Para las personas de más edad, la natación es una actividad deportiva muy completa, ya que utiliza musculatura de las piernas, el tronco y los brazos. De hecho, los médicos suelen recomendársela a las personas que sufren dolores de espalda o en las articulaciones.

Para las personas de una avanzada edad que, o bien no saben nadar, o no pueden aguantar el ritmo que supone hacer “largos” de manera continua, se han desarrollado otra serie de actividades para poder aprovechar las ventajas del ejercicio dentro del agua. La más habitual es el aquagym, o lo que es lo mismo, hacer gimnasia dentro del agua. De esta forma se realiza una actividad suave y fácil que actúa eficazmente sobre el cuerpo.

Las piscinas climatizadas y los oídos

En las piscinas climatizadas, pensadas para ser utilizadas en los meses fríos del año, se suele calentar unos grados el agua. No demasiado, ya que el agua de las piscinas suele tener microbios que proliferan con el calor. Para evitar el contagio de los bañistas, en las piscinas se utilizan desinfectantes, pero no son 100% efectivos. El ambiente cálido y vaporoso de las duchas favorece el desarrollo de estos microorganismos patógenos.

Por todo ello, hay que tener un cuidado especial con los oídos en las piscinas climatizadas. Debido a la forma de los conductos auditivos, las bacterias pueden encontrar allí su acomodo, desarrollando infecciones como la temida otitis.

Para evitarlo, es recomendable utilizar tapones en los oídos que les protejan tanto del agua de la piscina como del agua de la ducha o del vapor que se genera en las mismas.

En Audiocentro disponemos de tapones de baño, tapones para natación, personalizados. Se realizan a partir de la toma de impresión del conducto auditivo. Por este motivo son cómodos y se adaptan perfectamente a cada oído, protegiéndolo y evitando la entrada de agua.

Los tapones pueden ser utilizados por adultos y por niños. Están especialmente indicados para personas con otitis crónica,  perforaciones timpánicas o niños operados de drenajes transtimpánicos.

 

Si quieres evitar problemas en tus oídos, o en los oídos de tus hijos, y seguir disfrutando de las ventajas de las piscinas durante el otoño-invierno, acércate a alguno de nuestros centros de salud auditiva y pregunta por nuestros tapones a medida para el baño. No te expongas de manera innecesaria.