Los problemas de comunicación y el acceso limitado a los servicios, pueden tener efectos importantes en la vida cotidiana y generar sensación de soledad, aislamiento y frustración, sobre todo en las personas mayores que padecen pérdida de audición.

La causa principal de pérdida de audición entre la población es la edad. A medida que cumplimos años, vamos perdiendo facultades en nuestros sentidos. La capacidad auditiva también se va reduciendo y perdemos agudeza auditiva.

La pérdida de audición afecta, de manera directa, a la relación con el entorno ya que la comunicación se vuelve difícil al perder el receptor el sonido de sílabas o palabras enteras.

Se producen síntomas evidentes de pérdida de audición cuando no podemos seguir una conversación. Las personas que tienen problemas para oír lo que los demás dicen pueden pasar por una fase de frustración que les lleva a culpabilizar a los demás creyendo que hablan demasiado bajo o que cuchichean de manera premeditada.

Si la persona en cuestión no busca una solución a su problema de pérdida auditiva, terminará aislándose del mundo que le rodea y, por ende, de las personas que están a su alrededor bien sean amigos o familiares.

El aislamiento, la frustración o la incomprensión son el caldo de cultivo ideal para que una persona pueda sufrir una depresión. Un estudio realizado por el Hospital Johns Hopkins en Estados Unidos, pone de manifiesto que las personas mayores con pérdida de audición sin tratar son más propensas a ser hospitalizadas y sufrir periodos de depresión.

Audífonos para luchar contra la depresión

Para evitar llegar a esta situación, es fundamental controlar la pérdida de audición. Las revisiones auditivas son, en este sentido, fundamentales para conocer el estado de nuestra audición y detectar los problemas lo antes posible.

Una vez detectados, el uso de audífonos para frenar la pérdida y potenciar la audición de que dispone el individuo, es fundamental.

Expertos de tres universidades norteamericanas (la citada Johns Hopkins, la Universidad de Oklahoma y la Universidad Drexel) han estudiado los síntomas depresivos de 113 pacientes de 50 años o más para esclarecer la relación entre el tratamiento con audífonos o implantes cocleares y los síntomas depresivos en adultos mayores.

Después de seis meses usando bien audífonos, o bien implantes cocleares, los síntomas depresivos disminuyeron en un 28% para los usuarios de audífonos y un 31% para los usuarios de implantes cocleares.

En definitiva, las revisiones auditivas son fundamentales para conocer el estado de la salud auditiva y detectar cuanto antes la pérdida de audición. Frenar la pérdida nos ayudará a seguir en contacto con nuestro mundo y evitará la sensación de soledad que nos puede generar tristeza y depresión.