La contaminación acústica, provocada en gran medida por el ruido que genera el tráfico, puede producir estrés, irritabilidad, dolores de cabeza, fatiga, aceleración respiratoria, afecciones digestivas e incluso problemas cardíacos como hipertensión y taquicardias.
Y, por supuesto, el ruido afecta a nuestra salud auditiva. La exposición prolongada al ruido del tráfico puede provocar pérdida auditiva.
Evita la sobreexposición al ruido del tráfico y, si es necesario, utiliza tapones para los oídos durante la noche para huir del ruido y que tu cerebro pueda descansar.
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