Los audífonos y los amplificadores de sonido son productos distintos y su finalidad es también diferente. Sin embargo, en determinadas ocasiones los amplificadores de sonido son recomendados para paliar los problemas de audición. Se trata de una situación que ha sido observada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) tras varias denuncias.

Por este motivo, el Ministerio de Sanidad, a través de la AEMPS, ha hecho público un comunicado para dejar claras las diferencias entre ambos productos y evitar que el consumidor se pueda ver engañado.

Ya que la finalidad de ambos productos es distinta, también lo son las normas que lo regulan y que observan que se cumplan determinados requisitos de seguridad, eficacia, calidad e información. También son distintos los procedimientos de evaluación y control que se aplican a estos productos.

¿Tienes claro qué es un audífono?

Lo primero que hay que dejar claro es de qué hablamos cuando lo hacemos de un audífono. Un audífono es un producto sanitario que amplifica y procesa los sonidos y está destinado a compensar deficiencias auditivas.

Al ser un producto sanitario, el audífono está obligado a cumplir unas determinadas normativas. Precisa, para su uso, una prescripción o indicación de uso realizada por un médico especialista en otorrinolaringología o por un audioprotesista. De hecho, la venta de audífonos sólo debe realizarse en establecimientos de audioprótesis autorizados por las autoridades sanitarias de las comunidades autónomas. Además, los audífonos necesitan una adaptación personalizada.

Sin embargo, un amplificador de sonido es un dispositivo electrónico que, como su nombre indica, sólo amplifica el sonido ambiental. Está destinado a personas con audición normal y se usa para captar sonidos difíciles de percibir (en actividades de caza u observación de aves).

Al no ser un producto sanitario, no está sujeto a las normas de seguridad y por ello se puede vender y adquirir por internet sin problema. No se adapta a las necesidades individuales, ni se adapta a cada persona.

Todos los factores citados hacen que los amplificadores de sonido sean muy económicos si los comparamos con los audífonos.

Comprueba tu salud auditiva

Tener problemas de audición es algo habitual en las personas, especialmente a partir de una determinada edad. Las dificultades pueden ser ocasionales, debidas, entre otros factores, a infecciones del oído.

Pero si el problema persiste, es importante llevar a cabo una revisión del oído. De esta manera, se pueden detectar los problemas en una fase inicial y evitar que vayan a más. Es importante poner la solución indicada y personalizada lo antes posible. Adquirir aparatos que pueden enmascarar el problema, lo único que consiguen es retrasar el diagnóstico y posponer la solución.

Tal y como se suele decir, al final lo barato suele salir caro. ¿No te parece?

Por cierto, ten en cuenta que el uso continuado de amplificadores de sonido puede ser perjudicial para tus oídos.

Si tienes alguna duda, puedes ponerte en contacto con nosotros en cualquiera de nuestros centros de salud auditiva. También puedes dirigirte directamente al Departamento de Productos Sanitarios de AEMPS (sgps@faemps.es)