La sordera súbita es la pérdida repentina de la audición. Esta situación se produce de un día para otro, la mayoría de las veces, sin que la persona pueda identificar una causa para ello.

Según los expertos la sordera súbita afecta a una de cada 5.000 personas al año. No obstante, apuntan a que la cifra podría ser mayor ya que, frecuentemente es muy complicado de  identificar por los propios profesionales. Además, la cosa se complica ya que los afectados tardan en acudir al médico cuando notan la pérdida auditiva al creer que es consecuencia de algún proceso alérgico, un tapón de cera, sinusitis…

Sin embargo la pérdida de audición súbita es una emergencia médica y como tal debe tratarse. Hay que buscar ayuda de manera inmediata.  Retrasar el diagnóstico y el tratamiento puede disminuir la eficacia de este último y las posibilidades de recuperación de la audición.

Aproximadamente la mitad de las personas que sufren sordera súbita, recuperan la audición de manera total o parcial espontáneamente en el transcurso de unos días.

Causas más frecuentes

Aunque, según el Instituto Nacional de la Sordera y otros desórdenes de la Comunicación, de Estados Unidos, sólo el 10% de las personas diagnosticadas tienen una causa identificable, son varios los trastornos que pueden provocar un caso de sordera súbita:

  • Riego sanguíneo: Los factores que favorecen una mala circulación de la sangre pueden provocar una sordera súbita. Entre ellos destacamos la hipertensión, altos índices de colesterol, arterioesclerosis… Enfermedades como la diabetes pueden provocar arterioesclerosis y, como consecuencia del riego sanguíneo incorrecto, la pérdida auditiva.
  • Virus: Normalmente se da entre población más joven después de un proceso gripal mal tratado. Los expertos aconsejan no automedicarse y vacunarse a las personas que pueden desarrollar cuadros problemáticos respiratorios como consecuencia de enfermedades como la gripe.
  • Tumores benignos en el oído
  • Traumas en la cabeza
  • Enfermedades autoinmunes
  • Medicamentos: algunos medicamentos que se utilizan para tratar el cáncer o infecciones graves pueden provocar pérdida auditiva.
  • Trastornos del oído interno: la enfermedad de Menière provoca la pérdida de audición.

Se sabe muy poco de las causas de la mayoría de los casos de sordera súbita.

Para tener más claves, los investigadores están estudiando cómo los cambios en el oído interno pueden contribuir a la pérdida de audición. También están probando nuevas formas de utilizar las tecnologías de imágenes para ayudar a diagnosticar la sordera súbita y potencialmente detectar sus causas.

Actualmente, el tratamiento más común para la sordera súbita son los corticoesteroides, que se administran al paciente a través de inyecciones intratimpánicas de esteroides directas en el oído medio.