Según los datos que se desprenden de un estudio estadounidense llevado a cabo en Nepal, la pérdida de audición podría aparecer como consecuencia de la mala nutrición de la madre durante el embarazo y del niño en su primera infancia.

Tal y como concluye el estudio, los niños que durante su edad preescolar sufren desnutrición, tienen el doble de posibilidades de desarrollar problemas de audición y pérdida auditiva. La falta de alimentos puede provocar un incorrecto desarrollo de los órganos auditivos. Además, la malnutrición aumenta las posibilidades de padecer infecciones de oído. Como resultado de todos estos problemas, hay muchas probabilidades de que la persona desarrolle una pérdida de audición.

Alimentos que protegen la audición

Si, como concluye el estudio, alimentarse es necesario para mantener y proteger la audición, hacerlo de manera equilibrada es la mejor manera de conseguir una buena salud auditiva.

Para mantener una buena salud auditiva es importante proteger nuestros oídos manteniéndolos alejados de las fuentes de ruido intensas y duraderas. Pero además, vigilar una dieta saludable y equilibrada, ayuda a tener durante más tiempo una buena audición.

Entre los alimentos que podemos destacar por sus propiedades están los que son ricos en Vitamina A. Las propiedades de la vitamina A son fundamentales durante el embarazo y la lactancia y contribuyen de manera decisiva al correcto crecimiento de los niños. La vitamina A fortalece el sistema inmunitario por lo que protege al organismo evitando infecciones y enfermedades. Además, esta vitamina tiene efectos antioxidantes por lo que puede evitar la aparición de los radicales libres que pueden facilitar la esclerosis auditiva y como consecuencia, la aparición de la pérdida auditiva.

El pescado, sobre todo el azul, los mariscos, la yema de huevo, la grasa de los lácteos, mantequilla y la carne de hígado son productos ricos en Vitamina A.

Vitaminas C y E

La Vitamina C ayuda al organismo a la absorción del hierro y el calcio y, al igual que la Vitamina A, es un antioxidante. Las frutas como la naranja o mandarina, el kiwi, el mango, la pera, uva y manzana son ricas en esta vitamina. También lo son algunas verduras como el tomate, brócoli, espinaca, zanahoria y pimiento.

La vitamina E es muy recomendable para luchar contra la pérdida de audición que se produce como consecuencia de la edad. De hecho, la Vitamina E tiene unas propiedades que reducen el deterioro que sufrimos debido al paso del tiempo. Actúa como antioxidante y ejerce funciones tan importantes como asistir a la formación de los glóbulos rojos. La vitamina E se puede encontrar en el aceite (oliva, girasol…), las legumbres, los frutos secos, el pescado, la fruta, leche y mantequilla.

Mantener una dieta saludable también pasa por evitar las grasas saturadas que pueden provocar problemas en las arterias y venas impidiendo el correcto paso de la sangre afectando al oído. Se ha comprobado que la obesidad perjudica la salud auditiva.

Practicar ejercicio, mantener una dieta equilibrada y huir del ruido, es la mejor receta para cuidar la salud auditiva.