Aunque a día de hoy aún no existe un remedio que permita eliminar los acúfenos o tinnitus (ruidos que escuchan algunas personas y que no tienen una procedencia externa identificable), sí hay varias cosas que se pueden hacer para poder convivir con estos ruidos y lograr una mejor calidad de vida.

Las dinámicas de relajación y respiración son muy beneficiosas ya que ayudan a evitar la ansiedad que padece la mayoría de las personas que están expuestas a sonidos de manera continua. La música relajante, los ruidos blancos o, en ocasiones, la hipnosis, ayudan a tolerar mejor esta situación. Las terapias de reentrenamiento tratan de reeducar al cerebro para que ignore los ruidos y la persona pueda finalmente habituarse al ruido.

Además de estas técnicas, mantener una dieta, evitando determinados alimentos puede mejorar la situación de las personas con acúfenos.

Acúfenos y alimentos prohibidos

Las personas que padecen de acúfenos o tinnitus deben reducir la ingesta de sal. La sal, o cloruro sódico, está directamente relacionada con la aparición de problemas cardiovasculares. El consumo prolongado de sal se asocia con la hipertensión. Precisamente tener una tensión alta es una de las causas que se apuntan como probables para el desarrollo del tinnitus.

Evitar las bebidas con cafeína tales como el café y el té, así como las bebidas energéticas, los productos de cola o las bebidas tónicas (que contienen quinina) ayuda a mantener controlados los acúfenos. La cafeína produce un estado de excitación en el cuerpo que puede provocar un incremento de los ruidos o que se escuchen con mayor intensidad.

Está demostrado que el abuso de alcohol aumenta el nivel de intensidad de los acúfenos por lo que es más que conveniente evitar su consumo. El alcohol, de por sí, supone un riesgo para la salud auditiva. Elevados niveles de alcohol pueden crear un entorno tóxico que deteriora las células ciliadas de la cóclea en el oído interno.

También la nicotina es una sustancia que debería evitarse. El humo del tabaco afecta a la vascularización interna del oído y puede provocar pérdida de audición. Los efectos de la nicotina sobre el sistema vascular se asocian con el tinnitus. Tanto el alcohol como la nicotina estimulan en exceso la actividad del cerebro, por lo que es imprescindible evitar su consumo.

Las grasas saturadas favorecen la aparición de problemas relacionadas con la circulación. Como ya hemos señalado, la hipertensión puede ser la causa de aparición de los acúfenos o del incremento de los mismos.

Una dieta ideal para las personas con acúfenos pasa por aumentar el consumo de frutas, verdura y pescado azul y cocinar con aceite de oliva.

Además de la dieta, es aconsejable practicar ejercicio ya que mejora el funcionamiento del sistema cardiovascular y evita el sobrepeso, apuntándose ambos como factores de riesgo para padecer acúfenos.